Viene la Primera Jornada de Basquetbol de Antorcha

Jacobo Cruz

El Movimiento Antorchista Nacional retomó las actividades presenciales después de un periodo largo para evitar los contagios por el Covid-19, enfermedad viral que lamentablemente cobró la vida de miles de mexicanos, pero afortunadamente  se logró la normalidad, por lo que llegó el turno al deporte con la Primera Jornada Nacional de Basquetbol en sus categorías Juvenil A, Juvenil B, Juvenil C y Libre, tanto en sus ramas femenil y varonil.

A través de su Comisión Deportiva, el antorchismo emitió la convocatoria de básquetbol para el próximo 26 de noviembre en los 32 estados del país en sustitución del Torneo Nacional que se realizaba anualmente en Morelia, Michoacán, en la unidad deportiva Wenceslao Victoria Soto. El encuentro amistoso que congregaba a más de 70 equipos de todas las entidades de la nación en el que tenía representación el estado de Zacatecas, que ahora se efectuará en cada entidad, por lo que será el próximo domingo en el municipio de Trancoso.

Para la organización social, el deporte es una herramienta indispensable en la formación de mejores hombres y mujeres, se busca lograr mexicanos más sanos, fuertes, inteligentes, sensibles y solidarios con los problemas que aquejan a la sociedad y que pueden contribuir para resolverlos de forma organizada y consciente.

En las competencias que promueven los antorchistas no existen premios económicos, los ganadores sólo reciben una medalla y un trofeo en sintonía al esfuerzo que realizan durante las competencias y el proceso de entrenamiento previo al que deben someterse, porque la meta que persigue es impulsar la práctica deportiva y la masificación de ésta en todos los sectores de la población, particularmente entre los niños y jóvenes del país.

Debe saberse que el deporte es un derecho constitucional, pero desgraciadamente solo el 40% de la población lo practica, lo que deriva en diversos problemas, incluidos el de la salud y bienestar individual, pero también la carencia de esta actividad estar provocando problemas de violencia, porque ya se sabe que el ocio es la madre de todos los males de la población; lo óptimo es que los mexicanos estemos siempre ocupados en actividades productivas y que los tiempos de descanso puedan ser  usados para el sano esparcimiento con su familia.

En los tiempos actuales, la drogadicción y la delincuencia gana terreno día a día entre los mexicanos y el deporte sirve para que los jóvenes no caigan en las garras de estos dos males propios del sistema capitalista neoliberal, al que no le importa el ser humano y su desarrollo armónico sino la acumulación de riqueza desmedida en unos cuantos individuos, por eso se debe trabajar en la masificación del ejercicio entre la gente de todas las edades. .

Lo logrado por Antorcha en el deporte es una proeza digna de reconocimiento, porque las actividades tanto locales como nacionales, se han alcanzado  con las aportaciones económicas de sus integrantes mediante distintas actividades económicas, es un esfuerzo neto del pueblo trabajador que hace sacrificios para desarrollar sus habilidades en todos los ámbitos deportivos.

Pero hay algo más, las competencias antorchistas se llevan en absoluta armonía y gran hermandad, los encuentros son amistosos pero de gran calidad y no derivan en conflictos o pasiones malsanas que busquen ganar a toda costa, sino que se reconoce la superioridad y se pugna por elevar cada vez más la calidad de los participantes.

En cada competencia comprobamos, que a la par de la calidad, también se han alcanzado lazos inquebrantables de fraternidad, una cualidad poco común en esta época de la 4t,  donde se promueve la polarización social a causa del mal ejemplo del presidente de México.

Además de confrontar a los ciudadanos, López Obrador se ha dedicado a comprar conciencias con sus programas de apoyos monetarios dirigidos estratégicamente a sectores vulnerables e indefensos como los adultos mayores, discapacitados y madres solteras,  tiene la meta de perpetuarse en el poder aceptando en su partido a connotados políticos multicolores que son recibidos con honores en Morena, institucionalizando el chapulineo y la traición, síntomas propios de un régimen falso que se bautizó como transformador de México.