¡Seguridad para Fresnillo!: Promesas incumplidas y miedo

Por Antonio SALAS.

En la guerra, el amor y las campañas políticas, dicen, todo se vale.

En los próximos días, nuestro país, nuestro estado y nuestro municipio estará inmerso en una campaña política que tendrá sus particularidades, marcadas principalmente por dos temas: la salud y la seguridad.

Sin temor a equivocarme, la mayoría de los candidatos prometerán a los ciudadanos mejores condiciones sanitarias y seguridad para todos, en todos lados.

Pero ambas situaciones, han dejado muchas pérdidas de vidas en nuestra región. Enfermedades crónicas, resultado de la escasa cultura de la prevención y una pandemia en los últimos meses, en el tema de la salud.

Una cantidad, por miles, de ciudadanos que han muerto a causa de la inseguridad, muchos de ellos “víctimas colatelares”, como se les dio en llamar en algún momento.

Y muchos más que se han ido de la región, desplazados en un éxodo permanente.

Será aquí, por lo que conlleva, donde se escucharán no sólo promesas, sino reclamos, entre unos y otros, echándose en cara quien ha cuidado mejor a la población o quien la ha descuidado con peor saldo.

Gabriel Kessler, doctor en sociología, en su obra “El sentimiento de inseguridad. Sociología del temor al delito”, aborda a detalle la gran diferencia entre la medición de la incidencia delictiva y la percepción de inseguridad.

Partiendo de eso, entendemos pues que la inseguridad, como sentimiento, podría comprenderse por las formas sociales con que se definen, estiman, representan y se reacciona frente a los distintos riesgos.

Si todo resulta como se espera, la definición de quién gobernará a Fresnillo en el siguiente trienio está entre el equipo político que actualmente ocupa el cargo y el equipo que había gobernado en los periodos anteriores.

El primero con Saul Monreal Ávila como candidato a la reelección, mientras que enfrente tendría a al ex alcalde Javier Torres Rodríguez que lleva como chambelanes a dos ex alcaldes más José Haro de la Torre y Gilberto Dévora Rodarte, quienes han posado para la foto con otro más de los ex, Benjamín Medrano Quezada.

Tenga usted por seguro que de un modo o de otro, implementarán elementos discursivos precisamente apuntalados en el sentimiento de inseguridad.

Sin embargo, ni unos, ni otros, han generado realmente una sensación de seguridad entre los gobernados.

Lo que haría de esta herramienta algo poco ético, político y humano.

Sobre todo, poco solidario en el peor de los escenarios, ante tanta muerte y dolor que se ha vivido a causa de la inseguridad en Fresnillo, con algunos casos, cercanos a los actores políticos.

Es común ver a Fresnillo en el top 5 de las ciudades con peores resultados en la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) que desde 2016 realiza el INEGI y que sólo durante el periodo marzo a junio de 2020, suspendió a causa de la pandemia.

Quizá valga la pena echar un vistazo a como se ha movido la medición de ese sentimiento de inseguridad, para conocer que tan válido sería entonces que con fines proselitistas se quiera manipular como un sentimiento de seguridad, que hasta el momento ni unos, ni otros han logrado.

En promedio, durante la gestión Haro-Torres el nivel de percepción de inseguridad fue de 92.32, por cierto, en el histórico fue en el periodo marzo a junio de 2018 cuando se alcanzó el pico más alto de temor entre la población con un 95.8

Para Saúl Monreal, con un número similar de periodos medidos, el promedio ha sido de 88.52, logrando de enero de 2018 a septiembre de ese mismo año bajar el índice por valores inferiores de 85, una época en que las actividades deportivas y culturales fueron el eje de la prevención del delito.

Aunque para diciembre de 2020 llegó a 94.8, justo un punto porcentual debajo del máximo histórico alcanzado por Haro-Torres.

La sociedad está cansada de promesas, de discursos vacíos y de pésimo trabajo gubernamental, sobre todo de que el discurso no corresponda con las acciones y que el reciclaje de falsas promesas sea una constante, principalmente cuando se seguridad se habla.

¿Será que en el trabajo que haga Martín Álvarez Casio veamos ahora si un buen trabajo en quien ocupe la sede vacante por licencia?

Por eso insisto, será poco solidario, ético y humano, aquel o aquellos que usen el tema de la inseguridad como un coqueto reclamo en el “tú a tú” cuando hasta la fecha han quedado mucho a deber, se han perdido muchas vidas y el impacto social, económico y de valores cada vez es peor.