Primer día del segundo año de COVID19: 367 días de valemadrismo

Por Antonio Salas.

Este 17 de noviembre se cumplió un año del diagnóstico del primer caso de COVID19 en el mundo: a hoy son ya 367 días de incertidumbre, pérdida y dolor. Por desgracia, también de darnos cuenta que en un año poco hemos aprendido como seres humanos de solidaridad, respeto y empatía.

Un año de leer cada idea conspiracionista sobre el origen, motivo y destino que tendrá la pandemia. Un año de atestiguar, en la vida real o en la digital, discusiones pendejas sobre ideas que no tienen razón de ser.

Un año de ver que muchos de los que ya no están, fueron de los que descalificaron las medidas propuestas por el gobierno, los organismos internacionales o por los amigos que se preocupan los la salud.

Un año de traumas y más traumas: por el encierro, por el duelo mal trabajado; por la incertidumbre de saberse o no enfermo, por el temor a perder un familiar, por la angustia de saber si por aquel por el que pedían oraciones en la red, la libró o no.

Pasamos de menospreciar a los “¡Pinches maestros huevones!” de la época peñanietista a los “¡Pinches maestros pendejos que no saben usar la computadora!” en la 4T. Pero como sociedad ¿qué aportamos realmente? ¿Cuántos de los expertos en ‘moverle a la compu’ le ayudaron a los maestros de sus hijos a resolver el problema? Mi reconocimiento para todos los docentes.

Niños que han dado muestra de una fortaleza que estoy seguro pocos tendríamos: Ignacio Antonio tiene 7 años, es mi hijo. Desde el inicio de la pandemia sólo ha salido 5 o 6 veces más allá de la puerta.

Al otro lado de la cuadra, vive un amigo. Su mayor logro es gritarse sus nombres y a lo lejos escuchar sus voces. ¡Claro que da coraje ver en las redes a un montón de papás que salen con los críos como si nada, con cubrebocas más viejos y sucios que el pañal, pero quitados de la pena!

Si usted tiene un niño en casa al que ha cuidado como lo que son, lo más valioso del mundo, entiende de lo que hablo.

Rocío, mi hija de casi 15 años, cursando tercero de Secundaria refleja en su mirada (como seguramente le pasa a usted con los suyos) esa desesperanza por no saber qué pasará con el siguiente ciclo escolar, si volverá a ver a sus compañeros o como será su trato con los de la Prepa. ¡Está cabrón!

Mientras la clase política y gobernante se pelea por si el cubrebocas se debe usar por Ley o no, si los comercios deben cerrar a las 3 o a las 4 o a las 5 de la tarde. La mayoría porque es en sus propios comercios o donde son socios o inversionistas, donde se ven afectados por la determinación de unos o de otros.

Porque mientras eso sucede, muchas mujeres nos han demostrado que, sin cursos caros, ni estrategias costosas, pueden hacer del emprendedurismo y el comercio electrónico (aplicando todas las medidas preventivas) su estilo de vida.

Agradezcamos que las autoridades municipales por fin dejaron de culpar a los migrantes por traer al “COVI’” a sus tierras. Se les olvidó cuando entendieron que son las remesas las que le dieron oxígeno a muchas regiones realmente golpeadas por la incertidumbre, el caos y la muerte.

Hoy es el primer día del segundo año con COVID19 en el mundo. En Zacatecas van 243 días, es decir que tenemos una ventaja de 122 para demostrar que los zacatecanos somos chingones, no sólo para pistear, ni para presumirnos el ombligo del mundo. Sino para imponernos ante la adversidad.

Propuesta: ¡Y si al margen de si que es por ley, por los huevos de los gobernantes o por lo que sea, usamos el cubrebocas esos 122 días! Estoy seguro que Zacatecas se impondría como ejemplo nacional de que al cumplir su primer año de pandemia marcó la diferencia.

Por desgracia, eso es un sueño más: hasta ayer Zacatecas tenía un total de 14 mil casos positivos con 4 mil 838 activos, mil 298 decesos, 27 mil 188 casos estudiados, 13 mil 179 negativos y 7 mil 866 recuperados.

De todos esos, 2 mil 514 de los positivos son de Fresnillo, al igual que los 222 fallecidos y mil 439 recuperados.

Esos 1,298 fallecidos en el estado son muy cercanos a los 1,215 que ya proyectaba el The Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de University of Washington se tendrían para esta fecha.

Tristemente esa misma institución pronostica que para Navidad podrían ser hasta 2 mil 400 las personas que en la entidad pierdan la vida a causa del COVID19 y que para Año Nuevo sean hasta 2 mil 700. ¡Qué triste panorama nos espera o les espera para quien pase las Fiestas Decembrinas entre luto y desesperanza!

No todo está perdido, sin mencionar cifras muchos estudios coinciden que las medidas básicas pueden prevenir el contagio del COVID19 y con ello las consenciencias que conlleva, asi que mientras: a lavarse las manos, mantener sana distancia y sobre todo ¡Use cubrebocas!

¡Hágalo por quien más quiera!